Los filtros de agua UNI 3 (denominados genéricamente purificadores) siempre han sido definidos por Siroflex como equipos de uso doméstico para el tratamiento del agua potable en cumplimiento de la normativa correspondiente.
Evidentemente, estos dispositivos no son potabilizadores, ni depuradores (término que define propiamente a las plantas de tratamiento de aguas residuales), sino filtros de agua capaces de mejorar las características organolépticas (olores, sabores, etc.) del agua suministrada por los acueductos que ya cumplen los requisitos químico-físicos y microbiológicos de la ley.
La transparencia y la equidad exigen que, para esta clase de productos, no nos limitemos a expresiones genéricas o, lo que es peor, impropias y susceptibles de provocar malentendidos.
En el mercado, el uso de la palabra «depurador» está muy extendido, así como el uso para indicar propiedades de filtrado que evidentemente no están relacionadas con el agua potable.
Siroflex siempre ha evitado este tipo de imprecisiones, limitando la descripción de los filtros UNI 3 (Purificador) a su correcta utilización y eficacia real: se trata de filtros de estructura compuesta que, además de eliminar las impurezas sólidas contenidas en el agua potable con un filtro mecánico, absorben y eliminan los malos olores y sabores mediante carbón activo (aprox. 50 g) y que, en el caso de la versión B (mezcla de carbón y resina), también reducen la dureza del agua.
Es decir, permiten obtener, a bajo coste, un agua para beber y cocinar mejor que la que sale de los grifos de casa.
De hecho, así lo atestiguan los análisis de laboratorio químico-físicos: